martes, 6 de septiembre de 2011

Se me olvida olvidarte.

Estás cerca, no lo niego, pero aun así estás .. bastante lejos. Suena a topicazo, al típico estando tan cerca te siento tan distante y rezo por que vuelvas aunque no sé a quién rezarle. Pero, por gracia o por desgracia, así están las cosas. Aún me huele a nuevo todo esto, como si todo hubiera vuelto a empezar de nuevo. Ando pisando huevos, de puntillas. No sé si me gusta. Las cosas parecen haber vuelto a su lugar, pero por más que miro y remiro no acabo de creérmelo. Nada está igual, lo mire por donde lo mire. Hago esfuerzos, lo intento con todas mis fuerzas, pero me da la sensación de que choco contra alguna especie de pared que ha vuelto a aparecer aquí en medio. Una pared que se materializa de repente, sin avisar, y contra la que me doy a veces. Nada me encantaría más que conseguir que todo volviera a ser igual, pero al parecer eso no va a poder ser, al menos en un tiempo. ¿Y yo qué tengo que hacer?


Sí, ahí es donde te escondes. En tu casita de cristal. Puedo verte, pero .. nunca llegaré a poder tocarte.


¿Qué me recomiendas: que me dé por vencido o que me plante en tu puerta?



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