domingo, 26 de septiembre de 2010

Grey's anatomy.

La vida está llena de dilemas, si o no, dentro o fuera, arriba o abajo. Y luego los que de verdad importan. Amar u odiar, ser un héroe o un cobarde, luchar o rendirse, vivir...o morir. Vivir o morir es la elección que importa, y no siempre está en nuestras manos.

 

 
Si o no, dentro o fuera, arriba o abajo, vivir o morir, ser un héroe o un cobarde, luchar o rendirse. Lo repetiré para asegurarme de que me habéis oído. La vida está llena de dilemas. Vivir o morir, eso es lo que importa... y no siempre está en nuestras manos.


jueves, 9 de septiembre de 2010

Love me if you dare.

Flechazo s. m.
1.Lanzamiento de una flecha.
2.Señal, corte o herida que produce una flecha.
3.Enamoramiento que surge de forma repentina.



- ¿Crees en los flechazos?
- Pues sí.
- Ingenua.

 
Y creo que, en caso de ser posible, cada día me gustas aún más. Aun sabiendo que todo esto es imposible, que no hay salida congruente a todo este lío. Aun sin saber si a ti te pasa igual. No puedo evitar pensar en ti. Me descubro a mí misma preguntándome qué estarás haciendo, dónde y con quién. Ingenua, sí, supongo. Ingenua por dejar que esto crezca en mi interior, aun sabiendo cómo va a terminar. Pero no puedo evitarlo. Supongo que va con mi forma de ser. Ingenua. Soñadora. Obstinada. Testaruda, eso seguro. Cabezota. Impertinente. Y a veces bastante bestia. Creo en los flechazos, supongo que por el mero hecho de vivir a base de impulsos. Pero así soy yo. Intento cambiarlo una y otra vez, pero al parece no hay manera. Y vuelvo a lo mismo de siempre. A obsesionarme, a pensar en ti. En cómo estarás. En si me echarás de menos tanto como yo a ti…
 

Nada que decir, todo por hablar.

-Hay dos o tres cosas que nunca me has pedido y lo lamenté. Habría sido capaz.
- ¿Qué cosas?
- Comer hormigas. Insultar a los parados que salen del INEM. Amarte como loco.

Y muchas cosas más. Habría podido subir al cielo sólo para bajarte la luna si así lo hubieras querido. Podría haberte querido todos y cada uno de los días de mi vida, desde el primero al último. Pero tú nunca me lo pediste. Muchas veces supe que estabas a punto de decírmelo y yo lo esperaba con impaciencia, pues era lo que más deseaba en el mundo. Pero de repente bajabas la mirada y me hablabas de cualquier otra cosa. Que si el tiempo que va a hacer mañana, que si deberías ir al médico porque no te encuentras muy bien. Y de esta forma se reanudaba mi espera. Podía sentir cómo mi vida se escapaba sin que tú te dieras cuenta de que la persona más adecuada para ti soy yo. Siempre lo he sabido, y sé que tú también lo sabías. Pero jamás nos atrevimos a decírnoslo. Y míranos ahora. Diciéndonos las cosas a la cara por primera vez en la vida. Nosotros que de todo hemos hablado, que hemos pasado horas simplemente mirándonos, que hemos descubierto todas las cosas juntos. Desde siempre y para siempre, dijimos de pequeños. Y así ha sido, aunque supongo que no en la forma en la que yo esperaba. Porque sí, ahora no tengo miedo de decírtelo. Te quiero, te quiero, te quiero. Siempre te he querido. Y maldigo cada uno de los días que he pasado sin decírtelo. Porque podríamos haber sido tan felices… Pero ahora es demasiado tarde. ¿O no?

Quiéreme si te atreves.

Tápate los oídos. Fuerte, fuerte, fuerte. Más fuerte todavía. ¿Oyes lo mucho que te quiero?


Sí, ¿lo oyes? Porque por más que lo intento, no puedo dejar de pensar en ello. Es algo que me está comiendo por dentro, y haga lo que haga, piense lo que piense, no puedo dejar de pensar en ti. En tus manos. En tus ojos. En tu sonrisa. En cómo arrugas la nariz cuando algo no te gusta. En cada uno de los pequeños detalles de tu cuerpo. Ese cuerpo que cada noche me permites recorrer con la mirada. Hay veces que no puedo evitar sentirme incrédulo cuando pienso que te tengo, que tú también me quieres, que quizá incluso estés pensando en mí justo en ese momento. De hecho, te vas a reir, pero hay veces que me entran unas ganas locas de llamarte, da igual la hora del día ni el sitio en el que me halle. Simplemente no soy capaz de resistirme a ese impulso de escucharte, de saberte mía, de pensarte, de recordarte. Y muchas veces no lo consigo, me rindo ante la fuerza de mis sentimientos. Y te llamo. Y tú siempre me coges el teléfono, estés donde estés, aunque sé que muchas veces te sorprendes porque te llamo sin razón ni motivo aparente, sólo para preguntarte qué tal estás. Pues bueno, ahora lo sabes. Te quiero, y supongo que aparte de eso no hay mucho más que pueda decir.


-Pardon my enthusiasm.
-I like your enthusiasm.

jueves, 2 de septiembre de 2010

And we fall back into the same patterns, same routine.

"Just gonna stand there and watch me burn,

Well that’s alright because I like the way it hurts."


-¿Te he dicho alguna vez que me gustas más con el pelo recogido?

-Déjame en paz, siempre dices lo mismo, pero luego volvemos a estar igual. Siempre la misma mierda. Estoy cansada. De todo. No me merezco esto.

-Pero sabes que te quiero.

-¿Y eso de qué me sirve? A veces no es suficiente con querer a alguien. Hay que esforzarse, preocuparse, desvivirse, apasionarse. Tienes que vivir cada uno de los días como si fuera el último con esa persona. Para que una vez llegado ese verdadero último día puedas vivirlo al máximo.


 
"I can’t tell you what it really is,

I can only tell you what it feels like."