martes, 14 de diciembre de 2010

Stay the night.

¿Sabes? Yéndote no me haces un favor.

Quédate, aunque sólo sea por hoy.

Permíteme pasar esta noche contigo. Déjame aspirar por última vez tu olor, escuchar el sonido de tu respiración, que a duras penas sobrevive detrás de un insistente y rítimico pitido (pi, pi, pi, pi). El latido de tu corazón, más débil con cada pulsación. Quiero recordar cada uno de los momentos juntos, cada uno de los segundos. Atesorar en mi memoria todas las risas y las lágrimas como si mi cabeza fuera una biblioteca de sentimientos que me vaya a permitir comprobar los instantes vividos tantas veces como se me antoje.

Tolera que pase esta noche contigo, llorando, pegado a tu cama. Deja que me canse y me duerma. Y entonces podrás irte de la misma forma en que entraste en mi vida. De puntillas y sin hacer ruido.


No hay comentarios:

Publicar un comentario