martes, 23 de febrero de 2010

Ella.

Tac, tac, tac, tac, tac, tac, tac. Sonido de tacones a lo lejos. Una avenida concurrida. Coche, autobuses. Estudiantes que corren, profesores con aire distraído. El persistente ruido de los tacones se va acercando; tac, tac, tac, tac, tac… y en tu campo de visión aparece una chica. Zapatos planos aunque sonoros, vaqueros ceñidos alrededor de unas piernas delgadas y largas, camiseta sencilla y jersey de cuello en pico. Probablemente con los pendientes a juego. Una ancha sonrisa, unos ojos luminosos y una bonita melena. Guapa, bien vestida, RUBIA… tonta seguro, piensa la gente que no la conoce. Y entonces entra en la facultad de Medicina.


La ves caminar con paso seguro, saludando a todo el mundo, parándose a charlar de vez en cuando, transmitiendo su alegría a los demás. La cabeza siempre bien alta, sin llegar a resultar pretenciosa, dejando claro que se merece todo aquello que ha conseguido hasta ahora y probablemente también mucho más.

Feliz con su vida, aunque le haya costado mucho llegar hasta donde está. Una niña lista y despierta como pocas que, paso a paso, fue convirtiéndose en una adolescente inteligente y abierta, amiga de sus amigos e incluso de sus enemigos (si alguna vez los tuvo). Ajena a los comentarios que su belleza y simpatía suscitan en los demás, jamás la oirás dedicarse un cumplido a sí misma, salvo que este bromeando. Un sentido del humor exquisito, y siempre con una frase de aliento preparada en los labios, dispuesta a salir en cuanto ve que a alguno de los que le rodean le fallan las fuerzas. Capaz de perdonar los errores más atroces y de hacerte pasar las clases de inglés más divertidas. Abierta y cariñosa con todo aquel que se lo permite, pero también tímida, seria y reflexiva si la situación lo requiere. Desde pequeña, un paso por delante de la gente de su edad en cuanto a madurez se refiere. Siempre ahí, a una llamada de distancia, para acudir rauda en tu ayuda cuando más lo necesitas.

De todas las piedras que el destino puso en su camino, ninguna consiguió tumbarla el tiempo suficiente como para hundirla. Cada una de las veces se levanto con energías renovadas y más ganas aun de seguir luchando. ¿Fracasos? Los justos, y siempre por volcarse demasiado en las cosas. Fuerte, pero vulnerable a la vez.

Médico desde siempre, pero también pintora, princesa, hija, hermana (mayo, y no sólo de sus hermanos), amiga, compañera, confesora, novia, estudiante, tutora, encargada de talleres, cuida-niños, maestra en el arte de pegar macarrones y de recortar guirnaldas, amante de las comedias románticas y el chocolate, ama de su casa, ex jugadora compulsiva de los Sims, gran lectora, cantante del Singstar, guitarrista profesional, ejemplo utilizado por padres (y el orgullo de los suyos) y, últimamente… un poco tomate.

En definitiva, el tipo de persona que a todo el mundo le gustaría tener pero que muy pocos conseguimos encontrar. Alguien a quien jamás querrías perder.

Gracias por todo. :)

1 comentario:

  1. Bueno... me puedo considerar un poquito de esos afortunados que sí la han encontrado ;-)

    ¡Gracias Ana!

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