domingo, 15 de mayo de 2011

¿Imposible o improbable?

Imposible adj.
(Del lat. impossibĭlis)
1. Algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser, o suceder.


Improbable adj.
1.  Algo inverosímil, que no se funda en una razón prudente.



Puestos a escoger, a mi me gusta más la improbabilidad, que la imposibilidad. Como a todo el mundo, supongo. La improbabilidad duele menos, y deja un resquicio a la esperanza, a la épica. Que David ganara a Goliat era improbable, pero sucedió. Un afroamericano habitando la Casa Blanca era improbable, pero sucedió. Que los Barón Rojo volvieran a tocar juntos era improbable, pero también sucedió. Nadal desbancando del número uno a Federer, una periodista convertida en princesa, el 12-1 contra Malta. El amor, las relaciones, los sentimientos, no se fundan en una razón prudente. Por eso no me gusta hablar de amores imposibles, sino de amores improbables. Porque lo improbable es, por definición, probable. Lo que es casi seguro que no pase, es que puede pasar. Y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.


You know what starts to piss me off after a while? It’s when couples always say the word “we”. I hate it. We think. We may. We might. But, we feel, that’s the big one. Feeling is a solitary emotion. So, you may feel like you’re falling in love, and I, me, might feel like I’m being caged.


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